El feminismo no es machismo depilado, tiene su razón de ser,
pero entendido al modo Femen no es más que totalitarismo con falda, fascismo de canesú ejercido contra un cura que se toma la agresión con buen apetito. Es
posible que a fuerza de hacerle
mascarillas de garrapiñadas consigan que el arzobispo luzca un cutis Nestlé
extrafino, pero no que se asuste. Más que nada porque intentar amedrentar
con merengue a un hombre que moriría por Dios es como esconderse detrás de la puerta para darle un susto a Stallone.
miércoles, 16 de octubre de 2013
Dios en los pucheros
El gremio de la repostería debería de hacerle un monumento
al arzobispo de Malinas-Bruselas, André Léonard, no tanto por la promoción
derivada de las tartas que acaban en su cara impulsadas por el feminismo
militante, sino por el modo en que las trata. De la última, que le estrellaron
en el colegio de Saint-Michel de la capital belga, apuró los restos en un
alarde de buen gusto. Lo que reafirma el aserto de Santa Teresa: Dios está en
los pucheros.
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Supongo que mons. Léonard,además de sentido del humor tiene educación y responde con ella a la carencia que presentan las despechugadas radicales de la misma.
ResponderEliminarLa fe aspira a llevar a Dios al hombre,haciéndolo libre para poder amarlo y hasta para poder rechazarlo. Tanto ama Dios a sus criaturas que lo quiere libre.
Un abrazo.
Tomarse un tartazo buen humor seguro que saca de quicio a los intolerantes. Un abrazo.
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