Las mujeres de Femen han argüido en la cámara baja que el aborto
es sagrado, lo que subvierte la propia filosofía del colectivo, toda vez que
para un laicista la muerte es el cero absoluto, lo que la aleja de toda
trascendencia. Pero el feminismo defiende esta incoherencia con la suficiencia
de quien está acostumbrado a que el legrado se imponga con malas artes al pañal
ante la mirada complaciente de una sociedad timorata. Una sociedad que no
entiende que matar a la cigüeña, la ley contra aborto, significa borrar del
mapa a París.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Femen, a pecho descubierto
Las tres chicas descamisadas que han defendido a pecho
descubierto el derecho al aborto en el pleno del Congreso cuando hablaba Gallardón
están más cerca, aunque hayan dado el cante, de las hijas de Elena que del trío
Lalalá. A mí me parece bien que el colectivo Femen se desnude de cintura para
arriba, aunque está por ver en qué cielo laico pondría el grito el feminismo si
el colectivo Varón Dandy defendiera sus planteamientos machistas quitándose el
Ocean de encima. Lo que me parece mal es que estas damas, por su empeño en que
no nazcan, impidan que veamos a los niños como Dios los trajo al mundo.
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Estas criaturas,amigo Javier,pueden estar bien de glándulas pero no lo están de cerebro,qué quieres que te diga...
ResponderEliminarLlamar sagrado al asesinato es como la coprofagia entendida por alta cocina...
Un abrazo.
Han perdido el norte, sin duda. Un abrazo.
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