lunes, 5 de enero de 2015

La boda afgana

No hace mucho, en un tramo de circulación densa, el pasajero del coche que me precedía lanzó un arrugado paquete de tabaco a la vía pública. Un par de segundos después  volcó un montón de colillas. Como soy de natural complicado colegí que el tipo utilizaba un método expeditivo para dejar de fumar, pero tras el posterior vertido a la calzada de una ingente cantidad de bolsas, papeles y botellas de plástico deduje que no se despedía del humo, sino que, como muchos andaluces, hacía zafarrancho sin haber interiorizado el mensaje de mantenga limpia España.
No me consideró mejor que ese pasajero, pero sí más cívico, del mismo modo que considero que la civilización occidental, tan denostada por los que la disfrutan, es un ejemplo de urbanidad, sanas tradiciones y buenas costumbres si se compara con otras civilizaciones para las que por aquí piden algunos comprensión. Sólo hay que ver el trato que los talibán acaban de dar a 17 invitados de una boda celebrada en Afganistán decapitados por participar en el baile. No consta que la orquesta interpretara La última noche que pasé contigo, pero es que para esta gente hasta la gallina Cocoguagua incita a la lujuria.
Entre los fallecidos hay 2 mujeres, pero ni Feministas sin fronteras ni el círculo Podemos castración han elevado la voz, que yo sepa, contra el machismo inherente a esta deplorable acción. Incluso La Sexta, tan tiquismiquis con la vulneración de los derechos humanos de los países desarrollados, despachó con un breve la noticia de la masacre. Como quiera que no hay equilibrio entre la magnitud del suceso y  la escasa relevancia informativa sería bueno que, para compensar, Tele 5 invitara a cualquier grupo talibán a una boda española de pueblo para que, a los acordes de la lambada, asista en directo a la rifa de la liga de la novia.

1 comentario:

  1. Los autodenominados progresistas son muy amigos de esas "civilizaciones"(no conocen el latín y el origen de tal palabra)pero que las vivan otros. Ellos,con enfundarse el pañuelo palestino,la gorra afgana o el pañuelo islámico ya creen que han hecho avanzar al mundo a su paraíso marxista. Otros muchos,seguimos creyendo y defendiendo aquello que Jesús de Nazaret ofreció como verdadera liberación: el amor. Un abrazo.

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