miércoles, 5 de marzo de 2014

Un hombre normal

Viene a cuento que Francisco se autodefina como un hombre normal, que ríe, llora y tiene amigos, para destacar que la santidad precede al papado. De ahí que tan importante como su previsible visita a España sea su paso por este país cuando antes de Vicario de Cristo fue uno más entre quienes se formaban en los jesuitas de Alcalá. De modo que al definirse, el Papa sitúa la trascendencia no tanto en Roma como en los caminos.
Por explicarlo de otra manera: si Iniesta de mi vida no hubiera fusilado al meta holandés en la final de Sudáfrica después de elevar el tiki taka a su máxima expresión tal vez sería un joven jornalero de Fuentealbilla, buen chico, prudente y tímido, adjetivos que cuadran con el carácter del centrocampista. Quiero decir que el gol a Stekelenburg en el 116 le ha hecho célebre, pero no le ha hecho mejor.

1 comentario:

  1. Hablaba yo este verano con un jesuita de amplia vida en la Compañía de Jesús,el P. Santiago Bretón SJ de la Gregoriana de Roma. Me decía que lo mejor del Papa es ser párroco llegado a Papa. Meditando estas palabras uno ve la certeza de las mismas. Un pastor que se encarga de la grey del Señor.
    Un abrazo.

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