Pues pinchan en raspa, como acredita la adoración de Jesús en todas partes, sin que ninguna afirme tener en su poder la fe de bautismo. Lo que, por otra parte, sería inútil, ya que es obvio que, por ejemplo, no es nativo
de España. Que Jesús no nació en Cataluña lo acredita que no se quedó con la moneda
romana. Fue humilde, así que tampoco es de Bilbao. Ni andaluz, porque no
necesitó señoritos. Y menos aún gallego, ya que habló tan claro que no hizo de
la ambigüedad virtud. En cuanto a Madrid como cuna, la ausencia de chulería niega tal cosa. Además, Lavapiés no se llama así en homenaje al Maestro.
La ubicuidad de Dios es una cosa y su partida de nacimiento otra. La expansión del catolicismo está vinculada al soplo del Espíritu
Santo, que sustituye por aire fresco el monóxido de carbono 14 que genera el viejo ateísmo
en las mentes cerradas. Eso no significa que los Santos lugares estén en cualquier sitio. Significa que la universalidad del catolicismo otorga a Belén
rango de aldea global.
Atrapar al Señor para "domesticarlo" es tan difícil como querer retener agua en las manos;por mucho que la aprietes,se acaba marchando para regar la tierra.
ResponderEliminarLos cristianos sabemos ver como un lugar sagrado aquél que los pies de Cristo pisaron porque él le dio ese valor,pero sabemos que igual está en Madrid,Nueva York,Soria o cualquier aldea perdida de Indonesia.
Quienes lo quieren cercar no lo aman,sino desean destruir lo que Cristo manda amar.
Buen viernes convulso,Javier.
En todas partes, en todos nosotros. Con nosotros. Un abrazo.
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