Los que le quieren bien, en cambio, han convertido la
despedida en salve rociera, en canto de vida y esperanza. Cada católico lleva adherido un júbilo personal que ha transferido ahora al Papa. La aclamación múltiple es un rezo en voz alta que
explica que la oración no se sustenta en la introspección, sino en la alegría que proporciona la conversación del hombre con Dios, que es un enamorado del plural, del nosotros, del va por ustedes. La
salvación.
Hay adioses, como el de Benedicto XVI, que, por cuanto anuncian una nueva era, no se incluyen en el epílogo, sino en el prólogo. Su renuncia abre página
en el libro de horas de El Vaticano, que refleja ya la contribución de este Papa
en el capítulo de agradecimientos. También le honra con mayáscula la comunidad católica seglar al
proponer tres hurras en su honor y entonarle es un muchacho excelente.
Del Papa Juan Pablo II me despedí con una oración y dolor por su agonía.Del Papa Benedicto XVI me despido con una oración de agradecimiento y recibo al nuevo Pontífice con una oración de esperanza y respeto.
ResponderEliminarUn abrazo,Javier.
Es un hombre de Dios. Un abrazo.
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