Además, adoba el relato con el surtido de tópicos con que la
prensa del nuevo régimen suele despachar las informaciones que aluden a la jerarquía
eclesiástica: conspiración de cardenales, aleteo de buitres purpurados y risas
de hienas con sotana alrededor de una persona aquejada por la enfermedad de
Fonseca: triste y sola.
Teoría carroñera que evidencia la ignorancia que tienen de
las cosas del cielo los exegetas que están en las nubes. Cuando se dice lo que
se dice sin tener antes el detalle de orar, que es hablar con Dios, fuente bien
informada, se llega a estas conclusiones sin sentido. Plantear la hipótesis de
que el Papa tira la toalla es no comprender su compromiso con Quien lavó
los pies a Pedro.
Para mí,libre de la presión de los que ni son ni se les espera,Benedicto XVI,aquél niño que con 12 años se fue al seminario,a sus 86 años,da cumplimiento a la fe en Cristo,como Señor. No es difícil entenderlo para los que creemos porque el Señor simple y llanamente dice: Sígueme...
ResponderEliminarLos que no quieren dar ese paso tienen dos opciones: marchar triste como el joven que no quiso renunciar a sus riquezas o,como hacen algunos,revolverse contra el Maestro azontando en él sus propias incongruencias.
Un abrazo,Javier,y que esta Cuaresma sea preparatoria realmente para nuestras almas y cuerpos.
El Espíritu, que le eligió a él y ahora le ha dado permiso para retirarse, sabe el motivo. Lo demás, es conjetura laica. Buen Miércoles de Ceniza.
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