A diferencia del Sumo Pontífice, algunos que echan pestes contra el Creador
tienen idéntico poder de convocatoria que defensas una mofeta con oclusión
intestinal. Son aquellos que no hace tanto, cuando tembló Haiti, se preguntaban por el paradero de Dios el día de autos. Como hay respuestas que requieren un
minuto de silencio previo es bueno contestarles hoy que nunca salió de la isla, que estuvo
junto a los que sufrían y que allí sigue, afanado en la extinción del incendio
junto a sus misioneros, los bomberos del cielo.
El laicismo argumenta falazmente sobre la supuesta
indiferencia de Dios ante las tragedias para responsabilizarle de ellas por
omisión del auxilio. Sin embargo, cuando las cosas van bien no ve relación causa
efecto. Es el doble lenguaje de los que merecen que se les diga un par de
cosas. La primera es que son propietarios de una caridad
retórica que se queda en buenas palabras. La segunda, que deben aprender del
modo en que trabaja la grey católica sobre el terreno. Les vendría bien tomar
nota a quienes para evitar que los relacionen con ella son capaces de no dar un palo al agua aunque actúen como artistas invitados en el festival de San Remo.
No he visto aún ni un solo comedor para gente sin recursos de sindicatos o partidos. El día que lo vea...seguiré confiando en mi Iglesia,amigo Javier.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ni yo tampoco. Es cierto que ha personas solidarias, pero no instituciones que tengan como eje la caridad.
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