La zona oscura no es buen sitio para acampar. Ese es otro de
sus encantos. Lo sé por experiencia. Aunque está señalizada con el cartel de no
tocar, peligro de muerte, la muchedumbre transita por ella con la esperanza de aparear
a la monotonía con el desasosiego a fin de alumbrar a la angustia, cuyo reflejo
psicosomático, el nudo en la garganta, actúa en algunos como excitante.
Yo, que he pasado largas temporadas en las cornisas, sé que he
escapado de ellas por la acción bienhechora de curas que Dios ha puesto en mi
camino a modo de remansos con breviario. No sólo han sido mano amiga, sino salida de emergencia, escalera de incendios y, en ocasiones, refugio antiaéreo. Lo que explica que me ponga negro
cuando alguien confiere al que luce sotana rango de tío del saco.
No es bien nacido quien no es bien agradecido...
ResponderEliminarHe tenido contacto con muchos sacerdotes en mi vida,más habiendo pertenecido durante unos años a una Órden religiosa como los jesuitas,y puedo decir que no he obtenido sino buenos consejos,interés limpio por mi persona y mi futuro y por mi caminar como cristiano en la vida.
Algunos ángeles visten de negro,amigo Javier.Un abrazo.
Precioso comentario. Buen día. Un abrazo.
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