De la mezcla soluble del pensamiento único con una idea equivocada
de la Iglesia nace el cacao mental con el que se desayuna la presidenta, quien ignora
que la adhesión a los diez mandamientos es incompatible con la puesta en
práctica del decálogo del buen progresista, toda vez que éste incluye en el apéndice rutas
turísticas por las clínicas abortivas para que las chicas contemplen en vivo la
devastación del monte de Venus, a fin de que se familiaricen con el paisaje
después de la batalla.
Las feministas cuentan con la interesada colaboración del
PSOE en su combate a muerte contra la vida. Una alta dirigente de este partido advierte
de que el trato de favor al cigoto le puede costar caro a la Iglesia de su ilustrísima. Le
amenaza en concreto con denunciar el concordato entre el Gobierno y la Santa Sede, un modo
burdo de intentar silenciar a la verdad por parte de la inquisición laica, que utiliza la represalia como pira. Pero
la verdad, sujeta a las leyes físicas, testimonia que existe traslación en el vientre de las embarazadas. A Rouco le basta con señalar una panza con pataditas para aclarar
lo obvio: “Y, sin embargo, se mueve”.
Estimado Javier:
ResponderEliminarNavegando en internet me he encontrado con su espacio; ¡le felicito! Es excelente. Saludos desde México...por cierto que a raíz de este post me ha venido a la mente un cartón, de afamado caricaturista en mi país, que retrata estas incoherencias. Se lo comparto http://pacocalderon.net/modules/myalbum/photo.php?lid=67, espero sea de su agrado.
Gracias por su comentario, Héctor. Me ha encantado la viñeta. Un abrazo.
EliminarGracias por su comentario. La viñeta es fantástica. Un abrazo.
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