El triunfo de Grillo anuncia exactamente lo contrario: un desandar el camino, un retorno a mayo del 68, a la dictadura de las flores, balas con aroma, pero no a la primavera de Praga, a la libertad bien entendida, que no es la que vende el mayo francés. Nombrar a la imaginación comandante en jefe es un riesgo porque la imaginación no un exceso de la razón, sino la cara amable de la anarquía. Si debajo de los adoquines está la playa a ver cómo llega el agua corriente al grifo de los que no beben en la fuente de la utopía.
Einstein vaticinó que la cuarta guerra mundial se libraría con tirachinas, pero el resultado de Grillo explica que se llegará a ella desde la segunda, que es el siguiente peldaño en este trayecto de vuelta hacia el país de los ciegos tras el previsible desencanto que generará en los desencantados la escala en París. Menos mal que nos queda Roma. Y que Roma bien vale una misa.
Conh tu reflexión me viene a la mente la imagen del grano de mostaza,de lo contenido en una célula,en la vida misma,que cuando germina se convierte en familias dignas,amantes de sus hijos,en gente buena,trabajadora,que sonríe,con sus problemas,con capacidad de escuchar,paciencia y afecto a los demás. Esa si que es verdadera semilla y no la transgénica...
ResponderEliminarUn abrazo,Javier.
Así es, querido amigo. Un abrazo.
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