El discurso anticatólico de la izquierda intelectual es como
el cine maniqueo, según el cual fuera de las 13 rosas todo es hojarasca o mala
hierba. Trueba confía en que Francisco no sea más de lo mismo, esto es, un Papa
que ama, sino una suerte de Pancho Villa con menos bigote y más maitines. Un Pontífice revolucionario que ponga a la curia patas arriba y pase la mano por
el lomo de la progresía. Y
que apenas pise la
Iglesia. Más que nada porque rezar es pedir perdón. Y eso, lo tiene dicho Elena Valenciano, no es de izquierdas.
Los que quieren destruir la Iglesia ahora hacen como que aprecian al Papa pero poniendo delante firmas en blanco al Pontífice.
ResponderEliminarSe confunden,el lema de la Compañía de Jesús,de donde proviene el Papa es AMDG(A Mayor Gloria de Dios)y eso no se cambia.
Un abrazo,Javier.