Dos obispos españoles se lamentan de que el hombre moderno asuma como absoluta la verdad tecnológica, esa que otorga al chip prodigioso condición de
Pantocrátor de 20 gigas. Debería de considerar que un salvador del mundo que requiere
fibra óptica para atender con celeridad las peticiones no es muy de fiar. En el
cielo es San Expedito el que, sin cables de por medio, se encarga de las causas
urgentes.
Los obispos, a partir de una reflexión al respecto del Papa Francisco, añaden que
lo que no funciona también existe, de modo que suman a la verdad tecnológica la otra
verdad, la que no nos gusta, en la que se incluye la enfermedad y la pobreza. Si el hombre tuviera esto en cuenta dejaría de hacer reverencias a quien no debe. Al fin y al
cabo, no fue Edison el que dijo hágase la luz.
Es conocida la frase de Chesterton:
ResponderEliminar"Quién deja de creer en Dios en capaz de creer en cualquier cosa". Supongo que muchos adoradores del móvil de última generación,la fibra óptica y demás no saben que era el becerro de oro...aunque lo adoren.
Sí,hay verdades que se muestran tanto en una flor,una viuda o un niño...
Un abrazo,Javier.
Buena reflexión. Un abrazo.
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