Por una palabra escrita por el Papa deduce el laicismo que uno
de los sacramentos está en las últimas. Y no es el de la extremaunción. En
la definición en la encíclica Lumen
Fidei del matrimonio como institución estable en lugar de
indisoluble percibe el progresismo una puerta abierta a la aceptación del
divorcio, de manera que no sea la muerte sino el notario el que tenga potestad
de separar lo que Dios ha unido.
Ya son ganas de enredar. Estable no es una palabra equívoca.
Como comunismo, pongamos por caso, que lo mismo se refiere a la libertad que al
Gulav. Hay situaciones estables y temperatura estable. También parejas estables,
aunque haya quien considere que en cuestiones afectivas a lo loco se vive
mejor. Así que es lógico definir el matrimonio como estable. Si bien, por los
palos que recibe, dentro de la gravedad.
Una cosa es la realidad y otra es el deseo que algunos o muchos pueden tener sobre el matrimonio,Javier.
ResponderEliminarNo entiendo ese deseo de hundir el sacramento si no es para disolver la sociedad y dejarla sin puntales.
¡A ver si es eso!...
Un abrazo.
Pues claro que es eso. Un abrazo y buen día.
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