Para el laicismo el hombre no es más el colofón de la
biología, el monosabio, mientras que para el catolicismo es el pijama para dos,
cuerpo y alma, de los que sueñan con los angelitos. Por eso la sociedad descreída
se queda sin repuestas ante las tragedias. El católico, por el contrario, tiene
una visión trascendente porque sabe que el ámbito de actuación del Creador es
la vida eterna.Y en ella no hay estación término.
En primer lugar,pedir por todas las víctimas.Luego,abundando en tu comentario,decir que Dios no viene sino a compartir la vida con el hombre,en un misterio esperanzador que culminó en la Cruz.
ResponderEliminar¡Benditos los que,por Gracia de Dios,lo asumimos como algo liberador!.
Un abrazo.
Benditos lo que creen. Un abrazo.
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