El Creador no busca para la empresa a gentes con un currículo
perfecto, pero sí con las ideas claras, por lo que hay que descartar que llame
a filas a quienes no quieren comprometerse, no sea que un par de meses le digan vamos a darnos un tiempo. Dicho de otro modo: Dios no contrata a quienes lo
pasan económicamente mal si no buscan el bien por encima de todas las cosas. A
los que aceptan las condiciones les proporciona un contrato fijo, un trabajo
para toda la vida eterna. Que, por cierto, no hace a los santos funcionarios de
cielo, sino asalariados del amor.
Esa llamada no es a humo de pajas,sino a meterse en la tierra con los demás para acompañarlos al Cielo(a ese Cielo que niegan quienes no lo han visto).
ResponderEliminarAceptar al Señor como amigo y como Dios es un fiat que no validan los bancos,sino el alma.
Un abrazo,Javier.
La llamada no nos compromete, nos salva. Un abrazo.
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