La vieja
URSS y la nueva trova cubana demuestran que la libertad es un
campo de concentración siberiano amenizado por un hilo musical en el que suena
siempre Yolanda, pero el fascismo de izquierdas interpreta la represión
soviética, valorada en cien millones de muertos, como la gran contribución de
la dictadura del proletariado a la lucha de clases y entiende que el gobierno
de La Habana, para defenderse de imperialismo ideológico de la derecha, no
tiene más remedio que comparar a las damas de blanco con el club de amigas de
doña Carmen Polo. De ahí que sugiera al estudiantado conservador que la próxima
charla sobre la placenta la dé en el pazo de Meiras.
viernes, 21 de marzo de 2014
Puño y libertad
¿Un puño levantado simboliza la libertad? Pues no, pero si
lo digo alto corro el riesgo de que me monten un escrache los estudiantes de la
Complutense que al grito de fascistas han agredido a un grupo de alumnos
partidarios de la maternidad responsable que pretendía entablar un diálogo
sobre las posibilidades del embrión de llegar lejos en la vida. Sabido es que
para un fascista los fascistas siempre son los otros, pero por Solzhenitsyn
sabemos que el archipiélago Gulag fue el país de nunca jamás para la disidencia
soviética y por Guillermo Fariñas que Cuba es la antítesis de las islas
afortunadas.
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Esos que gritan y agreden en nombre de "su libertad" pondrían el grito en el cielo si fuesen agredidos,¡hipócritas,estúpidos,descerebrados y capullos,así de claro!.
ResponderEliminarLa vida,amigo Javier,no se queda con nada de nadie y a cada cerdo le llega su S.Martín. Un abrazo.