Con todo, sería injusto plantear la comparación en términos
de educación cívica porque la mayoría de los manifestantes de la marcha por la
dignidad se condujo con urbanidad. Tan sólo una pequeña porción la tomó con los
luminosos de los bancos, con las lunas de los comercios y con las terrazas de
los cafés, por lo que no es riguroso meter en el mismo cesto a las manzanas
sanas y al hombre del saco. Tampoco lo es, por cierto, equiparar a los antidisturbios
con los antisistema por aquello de que no es exactamente lo mismo la mercromina
que la infección.
Quien defiende la vida no es revolucionario al uso,porque la revolución que esta tropa defiende es la que pasa por la destrucción de los demás,por supuesto,para construir la nada. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que más que construir nada lo que preteden es traer la desolación. Un abrazo.
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