El alzhéimer es la menos piadosa de las enfermedades porque
atesta de postigos las ventanas y distorsiona los espejos, de modo que impide otear
el horizonte y desdibuja el presente. El alzhéimer es también el cuarto oscuro
de la casa de Bernarda Alba en el que cinco hijas de luto buscan a ciegas la
respiración agitada de Pepe El Romano. O, en su defecto, el olvido táctico de
los españoles para no recordar a quien, de la ley a la ley, les sacó de fachas.
Desde que su hijo comunicó que se acababa la vida terrenal de su padre encomendé su alma al Señor. una oración y el respeto es todo lo que precisa Adolfo Suárez para presentarse al Padre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo. El respeto es una variante del cariño.
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