Otro aserto de nuevo cuño cuestionable es el que vincula a Francisco con
la revolución pendiente en la Iglesia, institución en constante renovación. Sin
embargo, el progresismo asegura que el Papa ha sembrado la inquietud entre quienes
reclutan a los obreros de la mies, cuando en realidad, la inquietud la ha
sembrado entre el progresismo, que observa preocupado como el Papa conquista a
la desheredados sin necesidad de recurrir a los trucos de la ideología, a la astucia política, a la demagogia.
Frente al interesado discurso del halago, de la maña, Francisco habla de la fuerza
del amor, no el de novela rosa, sino el otro, el que desgasta, como compañero en el camino de salvación. El progresismo debería de tener en cuenta que si el mensaje del
Papa cala en sus bases es porque frente a la promesa de la vida eterna
nada puede hacer un plan quinquenal soviético.
Supongo que al Papa le cederían gustosamente los "asesores" que pululan por todos los partidos con tal que hiciese lo que a ellos les gusta.
ResponderEliminarEl Papa,mal o bien,bien o mal,tiene sus propias ideas,su oración diaria y el encuentro con Cristo en los demás y en la Misa,que no es poca ayuda...
Un abrazo.