Francisco pide que la identidad cristiana, el gen de Dios,
fluya en la comunicación, pero gran parte del periodismo contemporáneo tiene
padres desconocidos en materia de moral, como demuestra el modo en que escarba
en el lodazal de Santiago en busca de carroña informativa, lo que casa mal con
la limpieza en la mirada que propone el Pontífice. El problema es que el periodismo
espectáculo se ha convertido a sí mismo en protagonista. Tanto que si pudiera
se plantearía ser el Niño en Belén, el novio en las bodas de Caná y el muerto
en el entierro de Lázaro.
jueves, 3 de octubre de 2013
Asunta y la carroña
No creo que la mayoría de los especiales informativos
emitidos sobre el crimen de Asunta, la niña de Santiago, encaje en lo que el
Papa llama cultura del encuentro, que propone la búsqueda de la belleza desde la comunicación. No
es el caso de este caso, en el que el morbo, hilo conductor, se ha hecho con
las riendas de la noticia en detrimento del respeto. Especialmente el que se
merece la cría, cuyo cadáver es utilizado como pretexto por las cadenas para
ganar cuota de pantalla con estrategia de serial a fin de dejar al
telespectador con ganas de más.
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Es que eso no es noticia,Javier,sino morbo andante. Que S.Francisco,lleno de simplicidad que no de simpleza,nos de luz. Hemos de seguir,siempre adelante,siendo algo mejores que ayer.
ResponderEliminarUn abrazo.