Francisco aclara que un católico, es decir, un hombre sin cardiopatía, de buen corazón, tiene que amar a los judíos, no sólo porque son el prójimo, que también, sino porque con ellos compartimos la vinculación a los Diez Mandamientos, lo que significa que el soporte moral de ambas religiones es compatible. A pesar de eso, no son pocos los cristianos que miran con recelo a Israel, presos de un prejuicio darwiniano, según el cual en la escala evolutiva la nariz aguileña es la evidencia física de un espíritu rapaz.
sábado, 12 de octubre de 2013
Qué judíos y qué malos
Ahora que el Papa asegura que no es posible ser cristiano si se es antisemita viene a cuento traer a colación la frase con que mi madre definía en los setenta a los oficiales nazis que en la serie de televisión Holocausto gaseaban a los descendientes de las Doce Tribus: “Qué judíos y qué malos”. Mi madre, huelga decirlo, era una víctima más de la deformación de la historia, según la cual Tel Aviv es a los católicos lo que Ciudad Juárez a las mujeres.
Francisco aclara que un católico, es decir, un hombre sin cardiopatía, de buen corazón, tiene que amar a los judíos, no sólo porque son el prójimo, que también, sino porque con ellos compartimos la vinculación a los Diez Mandamientos, lo que significa que el soporte moral de ambas religiones es compatible. A pesar de eso, no son pocos los cristianos que miran con recelo a Israel, presos de un prejuicio darwiniano, según el cual en la escala evolutiva la nariz aguileña es la evidencia física de un espíritu rapaz.
Francisco aclara que un católico, es decir, un hombre sin cardiopatía, de buen corazón, tiene que amar a los judíos, no sólo porque son el prójimo, que también, sino porque con ellos compartimos la vinculación a los Diez Mandamientos, lo que significa que el soporte moral de ambas religiones es compatible. A pesar de eso, no son pocos los cristianos que miran con recelo a Israel, presos de un prejuicio darwiniano, según el cual en la escala evolutiva la nariz aguileña es la evidencia física de un espíritu rapaz.
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Ya en sus tiempos S.Ignacio de Loyola fue un adelantado:
ResponderEliminarDecía el santo Fundador "más querría yo ser de la raza y pueblo de Nuestro Señor Jesucristo para parecerme del todo"(cito de memoria)...
Un abrazo.