En el debe de Martínez Camino también incluye las campañas a
favor de la vida del no nacido que ha llevado a cabo la Conferencia. En concreto
la que denunciaba que la cría de lince tiene más protección que la cría de
hombre. Lógico: esta clase de gente considera que la comparación no viene a
cuento porque el gato con botas está en vías de extinción y porque en el mundo
animal, viuda negra al margen, manda el macho, por lo que en la especie humana
el dominio masculino se ha de compensar con el derecho a decidir. Conclusión:
el secretario general es un falócrata.
Bedoya, que no enumera ningún mérito de la gestión de
Martínez Camino, lo que o bien resta valor a su juicio o bien evidencia que hace un juicio de valor, también le acusa de promover
la beatificación masiva de los religiosos mártires de la Guerra Civil.
Echarle en cara esto, además de resultar curioso en un medio
que defiende la recuperación de la memoria histórica, en la que no se concibe
la amnesia parcial, viene a ser como reprocharle a un clan cualquiera que rotule
en la tumba de un ser querido el epitafio tu familia no te olvida.
Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el nuestro.Les diría a estos intelectuales de salón que el Señor sigue llamando a todos a dejar la barca y ser pescadores de hombres...siempre que esto les parezca políticamente correcto, es decir,arrime el ascua a su sardina.
ResponderEliminarUn abrazo.
La ideología no es un buen punto de partida para el análisis. Un abrazo.
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