En defensa del obispo ha salido, entre otros, un párroco que
recuerda que los que silban no se toman el trabajo de asistir a los oficios. De ahí que exijan
sin fundamento una iglesia a la
carta. Debe de creer que en una liturgia con identidad propia
el vino, presente en la campaña alimentos de España, se sustituirá por cava y el cuerpo de Cristo
se introducirá entre dos lonchas de pan tumaca. Sin jamón, claro. Es el problema
de confundir a los obreros de la mies con Els Segadors.
martes, 10 de septiembre de 2013
El obispo y los badajos
Un sector de población de la Cataluña profunda pide una iglesia
a su medida, alejada de Roma, tras la decisión del obispo de Solsona, Xavier
Novell, de impedir que las campanas de su diócesis repiquen durante la Diada el
11 de septiembre, fecha en la que el imaginario colectivo del terreno conmemora
la derrota de la sardana frente al pasodoble. La negativa del prelado a
nacionalizar los badajos le ha valido una pitada y una serie de comentarios en
los que se le llama poco menos que Felipe V y poco más que traidor a la causa,
de lo que se deduce que quienes los hacen creen que Dios habla catalán en la intimidad.
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Ser cristiano es algo más que envolverse en una bandera,sea la que sea: es mirar al Padre para,acto seguido,tender la mano al hermano,sin preguntarle si habla catalán,chino o castellano.
ResponderEliminarUn abrazo,Javier.
Tú lo has dicho. Las manos no necesitan saber idiomas. Un abrazo.
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