El dinero es como la grasa. Si se tiene de más es fácil que te llamen
pez gordo. Aún así, ningún rico prefiere la liposucción al sobrepeso. Y, si la
prefiere, no se le nota, a diferencia del limosnero del Papa, Konrad Krajewski,
que ha salido en busca de los pobres para adelgazar las cuentas vaticanas por
el novedoso método de adentrarse en la miseria en lugar de esperar a que los
miserables llamen a su puerta, lo que viene a ser, que no será, como si a usted,
que se las ve negras para pagar la hipoteca, le visitara Botín a la casa que
tienen a medias para decirle estamos en paz.
lunes, 23 de septiembre de 2013
De ricos y camellos
El rico se ríe para sus adentros de la advertencia de Jesús
sobre la dificultad del acceso del índice Dow Jones al reino de los cielos
porque entiende que ningún camello en sus cabales tendrá la ocurrencia de
intentar colarse por el ojo de una aguja. Por eso, porque no se la cree,
incluye en el libro de cuentas a la caridad en el capítulo de otros gastos en
vez de cargarla en el principal, junto a la compra de renovables, la desinversión
en eléctricas y las ampliaciones de capital.
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Me sigo quedando con el comportamiento del rico Zaqueo,tan alegre al sentirse llamado que devuelve el cuádruplo de lo robado o ganado incorrectamente. Se lanza a la nueva vida con total confianza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esta gente cree que el dinero el que nos hace libres. Pobre. Un abrazo.
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