Con todo, el laicismo estaría encantado de que se suprimiera el extra omnes a fin de que, siquiera para retrasmitir el cónclave en diferido, los
taquígrafos acompañen a la Luz en la capilla Sixtina. Eso evitaría que la prensa de progreso fallara de nuevo en sus predicciones, sustentadas, o eso parece, en el análisis del hígado de las ocas, que anuncia el canto del cisne de la Iglesia si no se elije a Juan Salvador Gaviota.
El laicismo entiende, además, que la retrasmisión de los mejores momentos mostraría al mundo que durante el debate hay intercambio de puyas en ablativo. Sus ganas. Aunque no es cierto, ni tendrá el gusto de saberlo ni será un placer mostrárselo. Más que nada porque, si le ceden los derechos televisivos es capaz de patrocinar en horario de máxima audiencia la entrada a caballo de Atila, el Espartero de la antigüedad, en el cónclave para exigir a los cardenales que vean crecer la hierba desde el suelo. Ninguno, claro, acataría la orden: no hay mayor distancia que la que media entre el reclinatorio y la indignidad. Arrodillarse es justo lo contrario a vivir de rodillas.
El laicismo entiende, además, que la retrasmisión de los mejores momentos mostraría al mundo que durante el debate hay intercambio de puyas en ablativo. Sus ganas. Aunque no es cierto, ni tendrá el gusto de saberlo ni será un placer mostrárselo. Más que nada porque, si le ceden los derechos televisivos es capaz de patrocinar en horario de máxima audiencia la entrada a caballo de Atila, el Espartero de la antigüedad, en el cónclave para exigir a los cardenales que vean crecer la hierba desde el suelo. Ninguno, claro, acataría la orden: no hay mayor distancia que la que media entre el reclinatorio y la indignidad. Arrodillarse es justo lo contrario a vivir de rodillas.
Luz y sombras...
ResponderEliminarBien y Mal...
Elección de las dos Banderas de S.Ignacio de Loyola...
Hasta el más rastrero de los cristianos,que los hay,en determinados momentos,mira al Cielo y siente la mirada del Crucificado doliente que dice:
Coge mi cruz,es tu luz.
Y eso,amigo Javier,lo entendemos aquellos que,temblando o no,llevamos la nuestra acompañando al Nazareno.
Un abrazo entrañable.
Otro para ti. Es un camino hermoso el que enlaza la Cruz con el cielo.
ResponderEliminar