lunes, 25 de marzo de 2013

Silencios de ángel

Puede que Francisco y Benedicto no hablaran en Castel Gandolfo de nada del otro mundo, esto es, de la vida eterna, pero seguro que su conversación estuvo salpicada de esos silencios que dejan los ángeles cuando pasan. La visita no fue un detalle del electo ni un gesto del emérito, sino la cita de dos viejos amigos que quedan para rezar juntos y llevarse a la boca unas magras viandas bendecidas. Tal vez patatas a lo pobre de entrante y una copita de quina Santa Catalina a los postres.
Los amantes de la simplificación definen el encuentro entre estos dos pontífices como la comida de trabajo del Papa emérito teólogo y el Papa humilde, el exegeta de las Escrituras y el intérprete de la realidad, el que habla con Dios y el que lo hace con su criatura. Ganas de no calentarse la cabeza: como si Francisco no tuviera buenas palabras con el Altísimo y Benedicto no tuviera don de gentes.
Tal vez la comida engorde la teoría de los que vaticinaron que Benedicto XVI intentaría gobernar en la sombra, pero está claro que el emérito no aprovechó que Francisco le pasaba la ensalada para aconsejarle sobre el modo de gobernar la Iglesia. Para mí que el ágape fue el trasunto del de los discípulos de Emaús. Lógico: cuando dos hombres de Dios se juntan para comer es Dios mismo el que les desea buen provecho.

3 comentarios:

  1. He estado de médicos y no he podido aparecer,amigo Javier.
    Creo que ambos,Benedicto XVI y Francisco,el Papa actual,hablarían de aquello que quisiesen hablar sin que nadie les ponga el libreto delante.Faltaría más. De lo que sí puedo estar seguro es que hablarían ambos de su amor por el Señor,de como eso se vuelca en la Iglesia y en como uno reza ahora por el otro que calza las sandalias del Pescador y que,con mano sencilla pero firme agarra el timón de la Barca.
    Esto dicho así,puede parecer alabanza de beato,pero creo que ambos han hecho de su vida entrega y el Señor poco podrá reprocharles.
    Un abrazo,amigo Javier.

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  2. Posiblemente, no les reprochará nada ¿Cómo andas de tus dolencias? Un abrazo.

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  3. Tengo una mala salud de hierro,Javier: Síndrome de silla turca vacía,40% de pulmón funcionante,hipertensión,obesidad,polipatías múltiples,pero soy feliz respirando cada día...

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