El Papa escritor ha entendido bien el poder de la red para desgracia de quienes, por el trabajo que le da a la imprenta, le consideran un epígono de los viejos tiempos. Quienes le toman por un anciano que cree que la pluma Parker es lo último en nuevas tecnologías de la comunicación se han topado con un vicario que no tiene miedo a utilizar el teclado para debatir sobre Tierra Santa en tierra hostil.
La cuenta abierta por Benedicto XVI en esta aplicación de internet no trata de sustituir el método tradicional de predicar a través del púlpito, pero complementa la acción misionera de la Iglesia en un campo minado, donde es constante el escarnio a Su Santidad, a quien, a la vista está, no le asusta que le echen arena en los ojos los que espiritualmente son ciegos de nacimiento.
No soy amigo de los sistemas restrictivos,pero sí creo que la palabra de Dios se puede expandir hasta en una cerilla escrita con la palabra amén,perdón,amor,Dios,Jesús,hijo,Padre...
ResponderEliminarUn abrazo,Javier.
La batalla en internet será larga, pero tenemos la ventaja de que a nosotros no se nos acaba la munición. Un abrazo.
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