Andalucía oriental

El alcalde de Marinaleda, buen pájaro, tiene que estar que trina tras desvelarse el supuesto origen andaluz de los Reyes Magos. Lo que le faltaba a este eminente republicano es compartir región con tantas majestades. Que no se preocupe. La datación geográfica ha sido un error, producto de la conclusión apresurada de quienes leen a vuelapluma lo que concierne al Espíritu Santo, tal que el libro del Papa sobre la infancia de Jesús, donde una alusión a Tartessos sustenta el infundado revuelo sobre la triple fe de bautismo.
A favor de la tesis de que desde aquí partió un rey negro juega el multiculturalismo socialista. Andalucía es la cuna de una alianza de civilizaciones que se mece a los sones de la nana de la cebolla. Por ahí, puede colar. Pero en contra juega que no solicitaron subvención para la peregrinación. La prueba del nueve de que los Reyes Magos no son originarios de esta comunidad autónoma es que se costearon el trayecto de su propio bolsillo en vez de contribuir a la multiplicación de la deuda pública.
Que no quepa duda de que si los monarcas fueran de la tierra de María Santísima no habrían dado un paso sin el patrocinio de la Junta.Y en lugar de ir directamente a Belén, habrían dado un rodeo largo para hacer turismo gastronómico a fin de solicitar dietas por el engorde. Además, sus camelleros, so pretexto de que están a pie de campo, cobrarían el subsidio agrario. En cuanto a los pajes, a fin de que sacaran tajada los sindicatos de clase, habrían tenido que asistir a cursos de formación para enseñarles a usar el botafumeiro so pretexto de que es la casa matriz del incienso.