Lo curioso es que nadie dice he sido yo en una comunidad autónoma regida por dos partidos, PSOE e IU, que no pueden ver la Última Cena de
Leonardo da Vinci, esto es, la Iglesia ni en pintura. Y en la que la oposición tampoco es un dechado de
novenas. De modo que como nadie asume la responsabilidad de la supresión, se achaca al
desinterés colectivo, que es la manera que tienen todos los que lo mataron de
decir que él solito se murió para que no les carguen el muerto.
viernes, 20 de diciembre de 2013
Sin villancico
El villancico con que los diputados andaluces del montón se
despedían de la cámara de los comunes por Navidad ha desaparecido otra vez del
orden del día. Hasta 2011 el tamborilero marcaba el compás tras los ruegos y
preguntas, en tanto que hoy han descatalogado a la Virgen que se esta peinando.
Y también a la burra, a la chocolatera, al molinillo y al anafre. A la primera,
tal vez, por no asistir a un curso de formación sobre la incidencia de la laca Nelly en el
cabello nazareno. Y a la segunda porque, se supone, la carga excesiva sugiere
maltrato animal.
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