A decir de los críticos, ya urgen, pues para ellos la
Iglesia de España es una ballena varada cuyo movimiento continuo ha trocado en parálisis por
esclerosis múltiple. Lo que subyace en la crítica, sin embargo, es la obsesión
del capitán Ahab por Moby Dick, esto es, del laicismo por un cuerpo místico de Cristo que no se deja arponear. Lo que significa que el laicismo critica lo que desea:
una Iglesia estática, un blanco fácil. Hay pues poca grandeza en la crítica. Ahab será de otra opinión, pero si Moby Dick hubiera quedado
varada Melville no habría escrito su obra maestra.
martes, 17 de diciembre de 2013
La Iglesia y Moby Dick
Habida cuenta lo que se prodiga en los medios los
periodistas tienen hoy más posibilidades de entrevistar al Obispo de
Roma que a un alcalde pedáneo de La Toscana. Preveo que de aquí a poco los corresponsales
acreditados abordarán al Papa cada domingo a la entrada a la basílica de San Pedro
para hacerle las preguntas obligadas: ¿Habrá alguna vez bucles bajo el capelo o
mujeres con mitra? ¿Ofrecerá preferentes el banco vaticano? Y, sobre todo, ¿para
cuándo los cambios en la Conferencia Episcopal española?
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Aunque la Iglesia fuese un Ferrari testarrosa,los de siempre dirían que es un Ford T a pedales. Eso no quita que la Santa Madre Iglesia y los que la componemos,amigo Javier,debamos ser al menos un robusto utilitario que no deje tirado a nadie.Un abrazo.
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