La distribución sexista del patio que en nombre de la
paridad justifica la iniciativa puede desterrar de las escuelas vascas el saque
de banda, el disparo al larguero y la espinillera, pero no logrará su verdadero
propósito, desorientar a la infancia respecto a sus gustos, porque en la
infancia el juego no es un rol, sino una profesión. Sólo cuando uno crece sabe
que no llegará a ser Xabi Alonso.
La iniciativa logrará, empero, por lo que tiene de aviso a navegantes, apuntalar la paulatina mutación del varón adulto en ñu, pero está
por ver que la mujer quiera eso, un hombre paralizado, en vez de alguien que camine
junto a ella, no para que le haga la comida, sino para charlar mientras cenan.
El problema del feminismo radical es que entiende la relación como un reparto
de tareas en vez de como un lugar para quedarse.
¿Dónde van a quedar los recios vascongados,arrinconados en un córner del patio sin su balón?.
ResponderEliminar¿Aprenderán de memoria las obras del loco Arana o se dedicarán a pintar capuchas para la ETA?.
En fin,cuando los tontos no tienen otra cosa que hacer pues elaboran reglamentos.
Un abrazo.
No creo que se pueda acotar la libertad de los niños para jugar a lo que quieran. Un abrazo.
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