Para el progresismo la curia es responsable indirecta de lo
que pasa en la calle. En
unas reciente movilización le ha reprochado su supuesto silencio ante, por
ejemplo, la tragedia de los desahucios. Poco importa que en octubre de 2012 la
comisión plenaria de los obispos reclamara medidas para evitar que ninguna familia
quedara en la calle por el efecto mixto de la burbuja inmobiliaria y la
voracidad bancaria. Eso no cuenta. Lo que cuenta es contar la historia
tergiversada para equiparar al río Jordán con el Banco de Santander, el novio rico
de la novia del mar. Imagino no obstante que, consumado el desastre, la progresía busca
acomodo a los desahuciados y les ofrece comida gratuita en la casa del pueblo. Ah,
no, eso lo hace la
Iglesia por esa manía suya de considerar a los hombres hermanos en vez de camaradas.
martes, 5 de noviembre de 2013
Trazo grueso
El progresismo considera que la Conferencia Episcopal
observa la dramática situación social y económica de España como el que oye
llover en el diluvio. El progresismo esboza con trazo grueso la figura de un
clero insensible que incumple el mandato de comprometerse con los desheredados. De lo que se deduce que
Cáritas es una federación de la UGT y Rouco una versión diocesana de Cándido
Méndez que sustituye la amenaza del otoño caliente por la frialdad ante los
eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa.
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Piensa el ladrón que son todos de su condición. Aunque la CE fuese un grupo de obispos sin corazón,la Caridad saldría a la calle en nombre del Señor.
ResponderEliminar¡Que se dejen de mamarrachadas demagógicas!.
Un abrazo.