Cualquier madre que quiera serlo sabe que el derecho a decidir
es la opción del niño a nacer cuándo y dónde quiera, incluso en Belén pudiendo
hacerlo en Bilbao. El vídeo destroza pues el argumento progresista de que un
hijo no deseado es material reciclable y la tesis de que una mujer es la antítesis
de una madre. Como si no fuera posible compatibilizar la toma de las cuatro de
la madrugada con la noche es joven.
Es el misterio de la vida el que hace eso,amigo Javier,ese entrañable lazo sagrado,divino entre madre e hijo. Que ninguna pseudoprogresía puede destruir. Un abrazo.
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