La frase de Obama, con todo, es admirable. Y sólo se puede
expresar en un país enhebrado al cielo, y a la democracia, desde su acta
fundacional. En España, ya estaría la progresía pidiéndole que se centrara más
en el paro y menos en la teología sin tener en cuenta que preocuparse por la
teología es ocuparse del bienestar del hombre. Y en China ya estarían los ideólogos
de la revolución cultural preparándole un destino como jornalero si tener en
cuenta que es un oficio que entronca con el árbol genealógico del presidente. Nadie mejor que
un negro sabe lo que es un campo de algodón.
viernes, 7 de febrero de 2014
Desayuno de oración
Kennedy es el texto del reverso del sobre de azúcar que
edulcora de filosofía el desayuno nacional de oración de Obama, un presidente que pretende
pasar a la posteridad sin viaje a Dallas de por medio. Va por el camino
correcto, desde luego, porque desprende simpatía natural, luce esbelto con
vaqueros y actualiza como nadie los mensajes de su admirado John. Presume de
oratoria porque puede, aunque a veces corta y pega. Sirva como ejemplo su último
discurso, en el que pide a los estadounidenses que no se pregunten si Dios está
con ellos, sino si ellos están con Dios, calco espiritual de no preguntes qué
puede hacer tu país por ti, sino que puedes hacer tú por tu país. Que no fue el
amor, sino Vietnam.
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Estoy de viaje y no hepodido comentar tu pagina. Sentir vergüenza de nombrar a Dios,opeor aun,impedir que otros lohagan es ser sectarios y con poco estilo. Me niego a aceptarlo como bueno porque no niego a mi Padre. Un abrazo.
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