El periodista aclara que sólo le han gustado tres papas, dos de los cuales se dan por descontados porque salen en todos los sobres sorpresa de la izquierda: Juan XXIII y Francisco. El tercero es Anthony Quinn, protagonista de Las sandalias del pescador, de modo que es posible que haya sopesado también la posibilidad de citar a Richard Chamberlain por su papel en El Pájaro espino.
Ignoro el motivo por el que este adalid de la progresía no ha incluido entre sus preferidos a León XIII, cuya encíclica Rerum Novarum puso a los caciques en su sitio, pero sé que si ensalza a Francisco es para criticar el supuesto conservadurismo de la Santa Sede, lo que hace suponer que Rajoy convoca en El Vaticano a sus barones para la reunión de maitines. Y ya que estamos en el ámbito del cliché, Lobo, aunque se declara ateo, debe creer también que San Josemaría está sentado a la ultraderecha del Padre.
La autodenominada progresía(se colocan ellos la medalla como el mago Andreu)tira de aquello que juzga sin conocer. Por eso hacen juicios de valor que son prejuicios,pero como si lloviese. Abonan sus campos y quieren después que les compremos los frutos podridos de su demagogia. Un abrazo.
ResponderEliminarLa progresía juzga a la Iglesia desde el estereotipo. Ese es el problema. Su problema. Un abrazo.
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