jueves, 31 de octubre de 2013

Don Eduardo, uno de los nuestros

En séptimo de EGB, tras una provechosa lección de naturales, esbocé en un papel una vacuna contra el cáncer que mis amigos del colegio aceptaron como correcta, aunque me temo que el editor de la revista Nature habría puesto serias objeciones a su publicación. Es posible, sin embargo, que Molière me hubiera animado a estudiar medicina. Más que nada para poder reírse con fundamento de los galenos. En mi descargo debo decir que en aquella época yo era un adolescente del montón que quería salir del montón como fuera porque preveía que si no patentaba algo rápido mi futuro, para seguir la tradición de una familia de albañiles, estaba escrito en el yeso.
No patenté nada, por supuesto, entre otras cosas porque era una nulidad en ciencias, así que para salir del montón recurrí a la teología, especialidad que creía dominar porque como buen chico de izquierdas tenía una predisposición natural a comerme cruda a la Iglesia con frases hechas, que es a lo más que llega un cerebro inmaduro. El catálogo de la obviedad lo utilicé en las constantes discusiones que, ya en BUP, mantenía con don Eduardo Moya, mi profesor de Religión, sacerdote jocoso que replicaba a mis previsibles golpes de revés con la suavidad con que Nadal devolvería la pelota a un párvulo.
Don Eduardo, que entonces y después me ayudó mucho, en todos los sentidos, acaba de morir sin que yo lo supiera. Y no porque la muerte le haya llegado de improviso, sino porque tengo la mala costumbre de no seguir el día a día de quienes han hecho por mí maravillas. De modo que le pido disculpas por el olvido parcial y, de paso, le doy la enhorabuena por su nuevo destino. Al fin y al cabo, hablar con Dios cara a cara es lo más: “Dime Eduardo, hijo ¿Cómo te tratan aquí?”.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Modelos de progresía

El País reprocha a los dirigentes políticos más conspicuos de la izquierda sudamericana, los presidentes de Nicaragua, Venezuela y Ecuador, su catolicismo militante porque no cuadra con lo que aquí se espera de los herederos del Che, esto es, mandatarios en guerra permanente contra el soldadito boliviano y contra Dios nuestro Señor. Está claro que el periódico no entiende que desde una perspectiva cristiana el progresismo no es un signo de modernidad, sino un compromiso moral con los débiles que hunde sus raíces en el derecho natural, o sea, en el origen de los tiempos, y que se proyecta hacia el futuro al modo en que la siembra se proyecta hacia la siega.
La diferencia entre ambos modelos de progresismo queda patente en la forma en la que afrontan la cuestión del legrado. Hay pocas cosas más progresistas que una madre, cuna de los descamisados, pero en España el progresismo cursa como un modelo de conducta que prioriza favorecer el aborto a ceder el asiento a las embarazadas, mientras que en Latinoamérica la progresía sabe que gracias a la vida, es decir, gracias a Dios, uno nace o se hace de izquierdas.

martes, 29 de octubre de 2013

Irán y los azotes

No creo que la dirección general de tráfico del gobierno iraní obligue a soplar a los conductores que hacen eses, la letra que quita puntos. Entre otras cosas porque casi nadie se  atreverá a conducir bajo los efectos del alcohol en un país en el que han condenado a cuatro cristianos a 80 azotes por consumir vino eucarístico en un domicilio particular, en el que irrumpió la ronda con la excusa de evitar que los fieles que asistían a la misa se tomaran la última. El vino, a fuer de consagrado, no era un crianza cualquiera, pero es que el tribunal les ha condenado precisamente, o eso parece, porque en vez de taninos contenía la sangre de Cristo.
Lo que lleva a pronosticar que la condena habría sido mayor si la ceremonia se hubiera celebrado bajo la advocación de San Antón, protector de los animales, so pretexto de que entre ellos se encuentra el cerdo. Luego dicen que decimos, pero lo cierto es que aquí se prohíbe matar y allí echar un trago, que no es lo mismo. Como no es lo mismo pedir moderación en las comidas que erradicar el tocino. Aquí sabemos que no hay nada malo en que Guijuelo nombre hijo adoptivo a González Byass y allí saben que lo que no hay es nada bueno ni en beber alcohol, ni en comer panceta ni en que las mujeres enseñan los tobillos. De hecho, en determinados países, como Afganistán, se les azota por eso. Imagínate si dicen de organizar una despedida de soltera.

lunes, 28 de octubre de 2013

Alegría católica


Cuando me preguntan el motivo por el que soy abstemio recurro, sustituyendo la marmita por el gin tonic, al pretexto urdido a medias por Uderzo y Goscinny para evitar que Obelix probara la poción mágica: me caí de pequeño a un cubata. No fue así, pero casi casi, porque en mi primera juventud la resaca me llevaba de cabeza y tenía mejores relaciones con el vino que con Asunción. Poco, sin embargo, duró el noviazgo, porque a los veintitantos corté en seco la relación con Marie Brizard, sin que tal cosa corrigiera a la baja mi alegría natural, esa que nos pide el Papa a los católicos para que en lo anímico seamos un trasunto de Rumba 3.
La alegría, lo descubrí entonces, no se toma en vaso largo, que es uno de los muchos atajos inútiles, caminos cortados, que coge el mundo para alcanzarla. La alegría, lo sé ahora, es la consecuencia natural del chiste bueno que Dios nos cuenta a diario a los creyentes para que riamos con Él y en Él: ¿Está el hombre? Que se ponga. No es pues el chiste de la capa del cura ni tampoco el de un anglicano, un hugonote y un católico, esto es, el de un inglés, un francés y un español, sino un chiste amable, indoloro, terapéutico, un chiste que te hace reír sin buscarte las cosquillas.




domingo, 27 de octubre de 2013

Lirios y girasoles

Cuenta José Saramago que recibió la noticia de que le habían concedido el Nobel de literatura
en pleno vuelo. Con la alegría en el cuerpo y el vals de las mariposas en el estómago bajó del avión cuando ya no quedaban pasajeros ni tripulación. Asegura, sin embargo, que mientras atravesaba el pasillo en soledad sopesó con tristeza de fado la posibilidad de que fuera el último hombre en el mundo, de que no hubiera con quien compartir la buena nueva, de que el premio no tuviera una proyección anímica en los demás, de que el galardón, en suma, no valiera para nada. Al fin y al cabo nadie brinda con su propio ombligo.
Viene a cuento esta anécdota del escritor portugués porque en ocasiones el católico actúa en sentido inverso al de Saramago. Esto es, consigue a diario el Nobel de teología y no se asoma al balcón para pregonarlo. Antes bien, se hace invisible, desaparece, como esos ganadores del euromillón a los que nadie pone cara. De  modo que en lugar de compartir la felicidad del encuentro guarda para sí a Dios, como un coleccionista anónimo de la fe que equiparara los lirios del campo a los girasoles de Van Gogh.

sábado, 26 de octubre de 2013

Católicos radicales

Ahora resulta que el acto de contrición es un arma de destrucción masiva y el Padrenuestro
una oración subversiva bolchevique, como acredita la alusión al pan, que es siempre el pretexto que utiliza el pueblo para argumentar las revolución. Lo que explica que el ejército norteamericano instruya a sus muchachos sobre los peligros que encierran el catolicismo, a cuyos fieles considera extremistas peligrosos, en lo que se nota que el Pentágono, salvo que otorgue a los jubilados rango de ex combatientes, no ha ido nunca a misa de nueve.
Los mandos consultados dicen que en este caso las cosas no son como las cuenta la tropa, pero lo cierto es que la administración Obama tiene a la Iglesia católica entre ojo y ojo. Debe de creer que si se deja influenciar por las bienaventuranzas el norteamericano medio sustituirá el día de acción de gracias por los maitines y los paseos por Central Park por la oración en el Huerto. Si así fuera no pasaría nada, pero el ejército equipara a los católicos con el Tea Party para aplicar el café para todos a un prejuicio.

viernes, 25 de octubre de 2013

Manolo Escobar

Que viva España es a La Marsellesa lo que la ovejita lucera a la vaca que ríe pero desde un planteamiento emocional las flores, fandanguillos y alegrías están a la altura de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Por lo mismo, Madrecita María del Carmen haría buena pareja con Papa Goriot y no hay que descartar que Coco Chanel sustentara en No me gusta que a los toros su rechazo a la minifalda.
Como ya mismo me van a llamar facha, echaré mano de una frase de mi padre, socialista de los de antes, para definir el hábitat en el que fue posible la irrupción de Manolo Escobar: “Aquel tiempo era injusto, pero decente”. Lo que explica, cierro comillas, el dolor compartido por su fallecimiento. Desde Lope no se había producido por aquí un entierro tan nacional, un luto tan mancomunado, un pésame tan de ida y vuelta. Es lo que pasa cuando, junto a un hombre, muere una época.

jueves, 24 de octubre de 2013

Guerras de civilización

El siglo de las luces, que es el minuto uno de la razón, es posible en parte porque tras un largo proceso evolutivo el cristianismo interpretó correctamente que su reino no es de este mundo. Lo que explica que la Ilustración no llegue precedida de una revolución directa contra la Iglesia, sino como la consecuencia lógica de la asunción del mensaje relativo al reparto de poderes con que zanjó Jesucristo el episodio de la moneda capciosa. Cierto que esto no se interpretó así en el XVIII, pero lo bueno de la historia es que, para que no se saquen conclusiones apresuradas, siempre suele dejar los finales abiertos. 
En nombre de la razón, el relativismo pretende ahora el imposible de acabar con el cristianismo sin que se resientan los cimientos de Europa. El relativismo se equivoca de rival. Su enemigo no es la Iglesia católica, sino él mismo. Las batallas que se libran ahora a las puertas de la vieja dama, en África y en Oriente próximo, aunque disfrazadas de guerras de religión, son guerras de civilización, por lo que, al socavar el pilar fundacional, la Europa relativista cava su propia fosa. El relativismo argüirá que para defenderse le queda Cicerón, pero háblale bien del derecho romano a un talibán.  

miércoles, 23 de octubre de 2013

Pecado y perdón

Dicen que ni siquiera Dios puede hacer que no haya ocurrido lo que ya ha ocurrido. Según se mire ¿Acaso el perdón no modifica un hecho consumado? Pongamos el ejemplo de una madre que primero aborta y luego llora. En el ámbito moral un acto permanece en sus consecuencias. Si éstas desaparecen por el efecto del arrepentimiento, aunque el mal esté hecho, el bien gana la partida, lo que significa que en cierto modo Dios, al liberar el hombre de la culpa, le sitúa de nuevo en la antesala del día en que todo ocurrió.
Este artículo, aunque lo parezca, no es un ejercicio retórico, sino la agradecida conclusión de un converso. He pecado tanto que sin la acción redentora del perdón sería una persona atormentada incapaz de distinguir la diferencia entre un viaducto y un trampolín. Jesús, faltaría más, tenía razón cuando sugirió que curar al paralítico era coser y cantar en comparación con el trabajo que lleva suturar un alma rota. La mía, sin ir más lejos, ha requerido para sanar una larga estancia en la unidad de cuidados intensivos tras la precisa intervención del cirujano jefe, que además de extirpar los pecados del dolor me trasplantó con éxito el estado de ánimo de Mary Poppins. 

martes, 22 de octubre de 2013

Coppola en El Vaticano

Si Coppola no hubiera reflejado en encuadres la supuesta perversidad de la curia en la tercera parte de El Padrino, estaría ahora dándole vueltas a la idea de escribir un guión de cine negro sobre el Papa Francisco porque debe de prever de que antes o después le ocurrirá una desgracia. Así lo cree al menos el laicismo intrigante, convencido de que el Sumo Pontífice acabará mal por su tendencia a poner patas arriba el orden establecido. Ni que decir tiene que para el laicismo intrigante el orden establecido es un cura tridentino que ve a Francisco como un hippy que se lava capaz de convertir El Vaticano en una comuna donde campe el amor libre al ritmo de Juntos como hermanos.
Si el laicismo insiste tanto en que la Iglesia está ruinas es porque la presencia de la piedra angular le impide recalificar el terreno, de modo que busca a alguien de fuera con prestigio que certifique el mal estado del templo. Cree haberlo encontrado con Francisco, al que le encanta imaginar como uno de los suyos, como un superviviente de los sesenta que entiende el concilio Vaticano II como el prólogo del festival de Woodstock. Es lo que pasa cuando la imaginación se desboca: ni Francisco ha plantado la psicodelia en los campos de la fe ni es un hombre de mundo que guarda el Cáliz en el mueble bar. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Higgs, la física y Dios

Higgs, el del bosón, asegura en una entrevista que recurrir a Dios es un atajo fácil para explicar el origen del universo, lo que confiere a la física laicista, es decir, a la casualidad, todo el mérito de esa correcta alineación de los planetas que sitúa a la tierra en zona templada, a modo de islas Canarias del sistema solar. La física, sugiere el premio Nobel, es el camino. Pero ¿dónde desemboca la física?: en ella misma, por supuesto. Y en sus apóstoles. La física desemboca en Higgs, que mira por encima del hombro a quien no comparte que la función de una manzana no es tanto acabar decentemente una comida como iniciar una ley universal.  
La física que entroniza Higg es como la computadora que mantuvo grandes duelos ajedrecísticos con Kasparov en los noventa. No se vio a la máquina en ningún momento moderse las uñas. Quiero decir que la física no explica el motivo por el que el Tata Martino sustituye tanto a Messi ni las ojeras de las madres que aguardan de madrugada el retorno de los hijos que hacen botellón. Ni siquiera explica la alegría que siente Higgs por obtener el máximo galardón de su modalidad, pero él obvia todo esto y se molesta si alguien alude al amor como origen. Lo que viene a ser como si el calígrafo jefe de cuadernillos Rubio pusiera mala cara al hojear el manuscrito de El Quijote.

domingo, 20 de octubre de 2013

Por ahí te pudras

La lepra no sólo es enfermedad non grata en los ambientes vegetarianos, sino también en los asadores. Tal que en los tiempos de Jesús el leproso mantiene hoy su condición de apestado urbi et orbi porque la carne es débil y este mundo es de los fuertes. Otra cosa bien distinta es el reino de Dios. De ahí que una institución como la Iglesia atienda como Él manda a los que coexisten con la pupa viva, a imitación del que en su día dio una hermosa lección de piedad dermatológica.
En concreto, la Iglesia es titular de medio millar de leproserías repartidas por diversos países como franquicias del cielo donde estos enfermos ocupan los sitios de honor mientras en el resto de lugares les dicen por ahí te pudras. Hay quien no entiende que los misioneros que les cuidan tengan el corazón contento, pero esto es porque en civilización actual la felicidad estriba en subir al podio. Es el problema de considerar que para reír el último hay llegar primero en vez de saber llegar.

sábado, 19 de octubre de 2013

El escrache y la ideología

El escrache a Jesús de los fariseos es el escrache actual del mundo a la Iglesia, que con Francisco no se hace un escrache a sí misma, como opinan algunos desde dentro, sino que, por el contrario, ha dejado de ser un blanco fijo para los francotiradores laicistas, a los que no sólo deja sin munición sino también sin ganas de salir de caza porque la pieza se mueve demasiado. Tras asegurar el Papa que el cristianismo no es una ideología los ideólogos harían bien en preguntarse si alguien puede llamar  facha a San Pablo.
Probablemente, sí, pero por desconocer que en la segunda carta a Timoteo el de Tarso le pide que le traiga el abrigo que se había dejado en casa de Carpo, de lo que se deduce que o era un enamorado de la moda retro o no tenía un dracma para invertir en manga larga. La ideología, queda claro, es el lugar común de la razón, según la cual unos zapatos lustrosos esconden la huella de un cacique y un alzacuello el gaznate de un intolerante. Para que el mundo cambie de opinión Francisco propone que la Iglesia no sea la llave maestra sino la puerta abierta desde la que se divisa a Dios.

viernes, 18 de octubre de 2013

Chica lista

Puede que una chica con ganas de destacar en el mundo de la moda tenga como única noción de las matemáticas su número de la suerte, 90-60-90, pero puede también que en lo concerniente a medidas se decante por las de la circunferencia. Es decir, que sea una chica lista. El estereotipo que presenta a estas jóvenes como palurdas con buen tipo se sustenta en la respuesta que dio una de ellas a una pregunta sobre Rusia, de la que dijo, más o menos, que era una nación llena de rusos. Y el caso es que la respuesta no es tan tonta. Si le hacen la pregunta a un adicto a la resaca te dirá que hay mucho vodka y si se la haces a un compañero del metal que hay mucha libertad.
Los detractores de los concursos de belleza aseguran que son peores que los de bebedores de Mahou porque consideran que para alcanzar un vientre plano hace falta domesticar la voluntad en tanto que para conseguir una barriga cervecera lo que fluye es el carpe diem. También arguyen que el coeficiente intelectual del conjunto de las participantes está por debajo del percentil. No estoy de acuerdo. Y menos después de que la nueva Miss Mundo, Megan Young, diga que es contraria al aborto porque entiende que el feto es una persona en vías de desarrollo, conclusión mucho más certera que la de Bibiana Aido, que confunde el aborto con la silicona, dejar a un pecho sin niño con ponerse tetas.

jueves, 17 de octubre de 2013

Las treces rosas y los doce apóstoles

En un error de cálculo el PSOE contrapone las treces rosas a los doce apóstoles como si no fuera posible sumar veinticinco con elementos heterogéneos en un mundo en el que cabemos todos. Cierto es que para que cohabiten en paz los opuestos, la suegra con la nuera, el hombre de la casa debe de aclarar que las dos cocinan igual de bien. Y que Rubalcaba no está dispuesto a tratar lo mismo a la laicidad que al clero porque antes abandona un socialista su raíz proletaria que la pendencia con los obreros de la mies. 
Cuando Marx calificó a la Iglesia como droga dura situó el debate donde más le convenía porque, en previsión de que en cien años todos burgueses, sustituyó la lucha de clases por el duradero combate entre la materia y el espíritu, que es el que hoy aviva el secretario general socialista con su amenaza de revisar los acuerdos de España con la Santa Sede y de suprimir la Religión del plan de estudios. Como quiera que lo hace para ganar las próximas elecciones debe de considerar que Dios resta votos, pero vete a saber lo que daría este experto en mítines por haber sido telonero de Jesucristo durante el sermón de la montaña.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Dios en los pucheros

El gremio de la repostería debería de hacerle un monumento al arzobispo de Malinas-Bruselas, André Léonard, no tanto por la promoción derivada de las tartas que acaban en su cara impulsadas por el feminismo militante, sino por el modo en que las trata. De la última, que le estrellaron en el colegio de Saint-Michel de la capital belga, apuró los restos en un alarde de buen gusto. Lo que reafirma el aserto de Santa Teresa: Dios está en los pucheros.
El feminismo no es machismo depilado, tiene su razón de ser, pero entendido al modo Femen no es más que totalitarismo con falda, fascismo de canesú ejercido contra un cura que se toma la agresión con buen apetito. Es posible que a fuerza de hacerle mascarillas de garrapiñadas consigan que el arzobispo luzca un cutis Nestlé extrafino, pero no que se asuste. Más que nada porque intentar amedrentar con merengue a un hombre que moriría por Dios es como esconderse detrás de la puerta para darle un susto a Stallone.

martes, 15 de octubre de 2013

La cara, el alma, Francia, Ecuador

Si la cara fuera el espejo del alma la ministra francesa de salud, Najat Vallaud-Belkacem, sería Pocahontas peinada a lo garçon en lugar de un cruce de Robespierre y Edit Piaf que entona La vie en rose mientras saca brillo a la guillotina abortista. Y, por lo mismo, Rafael Correa, el presidente de Ecuador, quien amenaza con dimitir si se aprueba la ley del crimen intrauterino, sería un hacendado cocalero en lugar del digno mandatario que ha puesto pies en pared para evitar que miles de embarazadas de su país se queden sin pataditas. 
La ministra amadrina en internet una página oficial para contrarrestar la fuerza de un colectivo pro vida bien situado en la red que al analizar los efectos secundarios del aborto aclara a las francesitas que la estría, herida de amor, embellece y que la depresión posparto es estado eufórico al lado de la desolación por la pérdida. Bien lo sabe Correa, que justifica en su raíz católica la decisión de evitar que en su patria el segundo supuesto le haga la cama al quinto mandamiento so pretexto de que en el cielo faltan angelitos negros.

lunes, 14 de octubre de 2013

Gabilondo y las cunetas

En la Sierra de Segura, en el camino verde que enlaza Jaén con Albacete destaca entre los pinares la blancura de una tumba acabada en cruz. No tiene epitafio, pero sí un nombre, Miguel, y una fecha, 1936. Está junto a una cuneta, pero es fácil suponer que no lo atropelló un automóvil, sino una milicia. Se llama Miguel y no sé si era un paria de la tierra o el dueño del latifundio. No sé si lo mataron por pedir pan o por ser el dueño de la tahona. Sólo sé que se llama Miguel y que murió en el 36. Y su nombre es lo único que me importa cuando le rezo.
Iñaki Gabilondo es de otro parecer. El periodista reprocha a PP y CIU que hayan participado en la beatificación de los mártires de la Iglesia mientras impiden que familias de republicanos encuentren las fosas en que yacen sus muertos. No seré yo quién aplauda el bloqueo a la búsqueda porque entiendo que confiere a los deudos de los fusilados el dramático papel de padres de Marta del Castillo, pero no está de más recordarle al ilustre locutor que el cielo no entiende de bandos. Dios no niega el acceso al reino a los que tararean el Padrenuestro al son del himno de Riego.

domingo, 13 de octubre de 2013

Basulto y Millán Astray

El laicismo considera una provocación las beatificaciones de Tarragona porque entiende que el reconocimiento de la Iglesia a sus mártires significa concederles la medalla al valor a título póstumo. Pero es el laicismo y no la Iglesia el que equipara al obispo Basulto con Millán Astray a fin de que el episodio del tren de la muerte sea calificado como un accidente ferroviario que se veía venir.
Sería bueno aclarar a esta gente que la Iglesia no homenajea a sus héroes, sino a sus mártires, para que deje así de asociar la quema de un templo en Madrid con la toma de un alcázar en Toledo. Equiparar al mártir con el soldado es vincular a la Virgen del Pilar con Belchite, pero la progresía cuenta con las pocas ganas de discernir del común de los españoles para que triunfe la tesis maniquea de que una de las dos Españas honra a sus muertos mientras que la otra los busca.

sábado, 12 de octubre de 2013

Qué judíos y qué malos

Ahora que el Papa asegura que no es posible ser cristiano si se es antisemita viene a cuento traer a colación la frase con que mi madre definía en los setenta a los oficiales nazis que en la serie de televisión Holocausto gaseaban a los descendientes de las Doce Tribus: “Qué judíos y qué malos”.  Mi madre, huelga decirlo, era una víctima más de la deformación de la historia, según la cual Tel Aviv es a los católicos lo que Ciudad Juárez a las mujeres.
Francisco aclara que un católico, es decir, un hombre sin cardiopatía, de buen corazón, tiene que amar a los judíos, no sólo porque son el prójimo, que también, sino porque con ellos compartimos la vinculación a los Diez Mandamientos, lo que significa que el soporte moral de ambas religiones es compatible. A pesar de eso, no son pocos los cristianos que miran con recelo a Israel, presos de un prejuicio darwiniano, según el cual en la escala evolutiva la nariz aguileña es la evidencia física de un espíritu rapaz.

viernes, 11 de octubre de 2013

Beatificación ideológica

Un colectivo de movimientos eclesiales de base ha suscrito un manifiesto que pone en entredicho la subida a los altares de 522 mártires de la guerra civil por considerar que es una beatificación ideológica so pretexto de que la Iglesia de aquellos días tomó partido por Franco. La argumentación es perversa porque, en el mejor de los casos, confiere a la víctima rango de daño colateral de una decisión en la que no intervino. Y, en el peor, de tú te lo has buscado por meterte donde no debes.
Aunque admite que los verdugos se pasaron con los mártires, el colectivo reprocha la beatificación en masa porque entiende que la promueve uno de los dos bandos, lo que, aún sin pretenderlo, sugiere que el medio millar largo de víctimas tenía como libro de cabecera las memorias de Hitler, traducido por Serrano Suñer, cantaban Lili Marlene en la intimidad y elaboraba los alimentos con gas comprado a la Gestapo antes de bendecir la mesa.   

jueves, 10 de octubre de 2013

Quejas laicistas

El Observatorio del Laicismo promueve una campaña de protesta contra la cobertura religiosa en Televisión Española porque considera que un medio de comunicación estatal debe de ser aconfesional. Ni que decir tiene que para este colectivo, que ha inundado de quejas la oficina de la defensora del espectador, Elena Sánchez, aconfesional significa que los católicos, que son dos de cada tres televidentes, no se merecen ni un avance informativo, por lo que estaría encantado de que en lugar de una seguidora de Salomón  el cargo de juez de paz estuviera en manos de un admirador de Pilato.
En su respuesta de réplica, la defensora arguye que la confesión católica es mayoritaria y que ha habido hechos relevantes, como la sustitución de Benedicto XVI por Francisco, que justifican la presencia de la religión en la parrilla. Y no siempre para bien, como acredita la serie Isabel, que más que reina parece madame de un prostíbulo llamado Castilla frecuentado por la clase alta del clero de la época. Con todo, el Observatorio está en su derecho de patalear, pero me da a mí que sus expertos en televisión tienen el sentido de la objetividad tan deformado que consideran que los tertulianos de 13 TV van a tomar Madrid mientras que los de La Sexta son un ejemplo de resistencia.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Femen, a pecho descubierto

Las tres chicas descamisadas que han defendido a pecho descubierto el derecho al aborto en el pleno del Congreso cuando hablaba Gallardón están más cerca, aunque hayan dado el cante, de las hijas de Elena que del trío Lalalá. A mí me parece bien que el colectivo Femen se desnude de cintura para arriba, aunque está por ver en qué cielo laico pondría el grito el feminismo si el colectivo Varón Dandy defendiera sus planteamientos machistas quitándose el Ocean de encima. Lo que me parece mal es que estas damas, por su empeño en que no nazcan, impidan que veamos a los niños como Dios los trajo al mundo.
Las mujeres de Femen han argüido en la cámara baja que el aborto es sagrado, lo que subvierte la propia filosofía del colectivo, toda vez que para un laicista la muerte es el cero absoluto, lo que la aleja de toda trascendencia. Pero el feminismo defiende esta incoherencia con la suficiencia de quien está acostumbrado a que el legrado se imponga con malas artes al pañal ante la mirada complaciente de una sociedad timorata. Una sociedad que no entiende que matar a la cigüeña, la ley contra aborto, significa borrar del mapa a París.

martes, 8 de octubre de 2013

Restán


Me gusta el jazz porque lo asocio con la lluvia, la lluvia con el café, el café con la charla, la charla con el jazz, que es una música que suena al primer Neruda, a boina gris y a corazón en calma. Por lo mismo me gusta leer a José Luis Restán, que utiliza con maestría una prosa mansa y luminosa, como de abedul en la tarde. De sus textos comparto el fondo y admiro la forma, esa forma de Azorín sin desengaño que te deja cuando la lees un poso de niño en la escuela, de ventana abierta y de pizarra.
Si de lo que se trata es de evangelizar, Restán tira del carro como pocos porque despeja el camino con la sobriedad de un segador. No en vano, escribe sobre el pan. En su limpia escritura embrida el entusiasmo, no deja que se desboque, pero se percibe, como se percibe la alegría en el silencio que sigue a la llamada. Me gusta que escriba como quien está en paz con Dios. Y me gusta que se defienda sin atacar de los que desconocen que combatir la fe es decirle al mar que se esté quieto.

lunes, 7 de octubre de 2013

La bomba de El Pilar

El comando Mateo Morral justifica su atentado en la Basílica de El Pilar en la asiduidad con la que la visitaba Franco. Al parecer, el colectivo anarquista entiende que la mera presencia del generalísimo ha convertido el templo en Brunete y a la Virgen en alférez provisional de reemplazo, amén de en capitana de la tropa aragonesa. Calificarla de militar y católica es preceptivo para entender la acción armada del club de amigos de Bakunin, sostenida en el cliché de que rezar es de fachas, en lo que se nota que esta gente no va a misa de lunes a viernes, los días del pensionista.
Los autores de la gesta aseguran que no querían dañar a la feligresía, lo que casa mal con colocar bajo el reclinatorio una bomba, aunque sea de fabricación casera, es decir, realizada a partir de ingredientes autóctonos, como esos dos kilos de pólvora negra cocinados a fuego lento en un camping gas. Además, lejos de excusarse advierten de que los enclaves fascistas jamás serán un lugar seguro, aunque no enumeran cuáles. El valle de los Caídos se da por hecho. Y también es obvio que trae más cuenta veranear en la primavera árabe que visitar el palacio de El Pardo. Pero si la relación de un espacio determinado con el caudillo es un factor de riesgo a ver quién se baña ahora en los pantanos.

domingo, 6 de octubre de 2013

Con acritud

Para el laicismo el Papa es Currito de la Cruz y Rouco la versión eclesial de Islero. A Martínez Camino, su número dos, tampoco le concede la vuelta al ruedo ahora que deja el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal tras cumplir dos quinquenios al mando de la sala de máquinas del clero español. Al contrario: Juan G. Bedoya le despide con acritud desde las páginas de El País, donde recuerda su pasado de supuesto inquisidor y le reprocha que sea un jesuita situado en la orilla opuesta que Francisco, con lo que sugiere que mientras el Pontífice es un jesuita franciscano, Martínez Camino es un infiltrado del Opus.
En el debe de Martínez Camino también incluye las campañas a favor de la vida del no nacido que ha llevado a cabo la Conferencia. En concreto la que denunciaba que la cría de lince tiene más protección que la cría de hombre. Lógico: esta clase de gente considera que la comparación no viene a cuento porque el gato con botas está en vías de extinción y porque en el mundo animal, viuda negra al margen, manda el macho, por lo que en la especie humana el dominio masculino se ha de compensar con el derecho a decidir. Conclusión: el secretario general es un falócrata.
Bedoya, que no enumera ningún mérito de la gestión de Martínez Camino, lo que o bien resta valor a su juicio o bien evidencia que hace un juicio de valor, también le acusa de promover la beatificación masiva de los religiosos mártires de la Guerra Civil. Echarle en cara esto, además de resultar curioso en un medio que defiende la recuperación de la memoria histórica, en la que no se concibe la amnesia parcial, viene a ser como reprocharle a un clan cualquiera que rotule en la tumba de un ser querido el epitafio tu familia no te olvida.

sábado, 5 de octubre de 2013

Vergüenza en Lampedusa

En las pateras en vez de la ley del mar rige la del más fuerte, que es el propio mar, lo que explica que las mujeres y los niños sean lo primero que se zampa un oleaje que engulle a los hombres a los postres. El Mediterráneo es paritario: el mar ejerce violencia machista y la mar no tiene compasión de los varones. Lo acredita el naufragio del cayuco africano que se dirigía a Lampedusa, frente a cuyas costas se han ahogado lo que no se defienden bien en doscientos mariposa, que son casi todos habida cuenta de que la natación es un deporte de blancos.
Francisco ha calificado la tragedia de vergüenza y a algún preboste con luces se le han encendido las mejillas. Pero en política la vergüenza es un síntoma pasajero y mañana mismo retornará el olvido, que es el desván de la memoria. Máxime si se tiene en cuenta que esta gente viajaba en tercera en una embarcación de marca blanca. A diferencia del Costa Concordia o del Prestige, los cayucos no tienen juglares que entonen nunca mais mientras una marea de voluntarios vestidos de blanco toma su primera comunión solidaria en las orillas de Occidente.
De hecho, los pasajeros de la patera de Lampedusa ni siquiera recibieron ayuda espontánea de tres veleros que hicieron caso omiso al SOS en vivo emitido desde la barca en llamas. Tal vez el patrón del cayuco debería haberse dirigido a ellos en morse, el idioma oficial del mar, pero cuando las olas se vuelven pulpos no hay tiempo para plantearse la opción de la electrónica. Los patrones de los bergantines arguyen que la ley italiana prohíbe el auxilio a las pateras, lo que viene a ser como si un católico se negara en Cuaresma a auxiliar a quien se atraganta con un trozo de carne.   

viernes, 4 de octubre de 2013

Profesores sin recreo

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha dejado sin recreo a los profesores de Religión de la comunidad porque considera que no reúnen los requisitos de mérito y capacidad que acredita el resto de maestros para vigilar a los escolares durante la media hora del donuts. No sabía yo que para poner orden en el patio hubiera alguien más capacitado que un experto en dar la paz, pero la dueña de la era tiene otro criterio, tan disparatado que como cale en el consejo escolar motivará que a partir de ahora ninguna madre de alumno que se precie le diga a la señorita de catecismo que le eche un ojo al niño mientras ella se los saca al jefe de estudios.
Como andaluz propongo usar con Susana Díaz la misma vara que utiliza ella con los docentes para comprobar si es portadora de méritos y capacidades suficientes como para gobernar nuestro destino en lo regional sin pasar por las urnas. Así, de primeras, no parece que tenga parentesco académico con Marie Curie, pero tampoco es cuestión de exigirle un currículo con dos premios Nobel a una simple profesional de la política. Lo malo es que en su ámbito, aparte de estar en el sitio oportuno en el momento justo, tampoco ha hecho gran cosa, aunque esté convencida de que patentó el marxismo. Puede que se crea Rosa Luxemburgo, pero para mí que no pasa de Carolina de Mónaco.

jueves, 3 de octubre de 2013

Asunta y la carroña

No creo que la mayoría de los especiales informativos emitidos sobre el crimen de Asunta, la niña de Santiago, encaje en lo que el Papa llama cultura del encuentro, que propone la búsqueda de la belleza desde la comunicación. No es el caso de este caso, en el que el morbo, hilo conductor, se ha hecho con las riendas de la noticia en detrimento del respeto. Especialmente el que se merece la cría, cuyo cadáver es utilizado como pretexto por las cadenas para ganar cuota de pantalla con estrategia de serial a fin de dejar al telespectador con ganas de más.
Francisco pide que la identidad cristiana, el gen de Dios, fluya en la comunicación, pero gran parte del periodismo contemporáneo tiene padres desconocidos en materia de moral, como demuestra el modo en que escarba en el lodazal de Santiago en busca de carroña informativa, lo que casa mal con la limpieza en la mirada que propone el Pontífice. El problema es que el periodismo espectáculo se ha convertido a sí mismo en protagonista. Tanto que si pudiera se plantearía ser el Niño en Belén, el novio en las bodas de Caná y el muerto en el entierro de Lázaro.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Es triste pedir (en Benidorm)

Está claro que el pasaje de la multiplicación del pan y los peces para repartirlos a la muchedumbre recostada en la pradera no alude a la primera barbacoa documentada, pero limitarlo al ámbito del milagro sería quedarse corto porque Jesús, al actuar desde la compasión, da también una lección de caridad. Que es lo que echa de menos en la decisión del Ayuntamiento de Benidorm de expulsar a los mendigos de la ciudad para que la especie invasora, la pobreza, no altere el rico ecosistema del paisaje urbano.  
La decisión del equipo de gobierno socialista es lo contrario a ese mirar a los ojos del que pide que propone Francisco, así que al próximo progresista que relacione al Papa con la política habrá que recordarle que la diferencia entre una encíclica y una ordenanza no estriba en el modo en que se escriben sino en la manera en que se sienten, pues, aún cuando ambas busquen el bien común, que está por ver, una lo hace desde el corazón y otra desde la ideología.
En concreto, esta medida municipal nace de la premisa fascista de que la corbata es superior al harapo, según la cual, en términos evolutivos, un hombre con traje de marca es un depredador, un tiburón de las finanzas, mientras que un descamisado, es, por su incapacidad para salir de su situación, la pescadilla que se muerde la cola. O sea, un despojo abocado a la mendicidad, al que, si la ejerce, el consistorio levantino prevé sancionar con hasta 750 euros, dinero que previsiblemente tendrán los mendicantes debajo de la baldosa de casa por aquello de que, hoy por hoy, son más seguros los movimientos tectónicos que las fluctuaciones del Ibex.

martes, 1 de octubre de 2013

Más vale fuerza que maña

Damos por hecho asertos cuestionables, como el que vincula la inteligencia a la pericia en detrimento de la musculatura. Cuando es lo contrario: más vale fuerza que maña. Al fin y al cabo, si uno puede mover una mole con las manos no se rompe la cabeza para urdir el modo de aplicar la ley de la palanca. De lo que se deduce que la maña es el recurso de los débiles.
Otro aserto de nuevo cuño cuestionable es el que vincula a Francisco con la revolución pendiente en la Iglesia, institución en constante renovación. Sin embargo, el progresismo asegura que el Papa ha sembrado la inquietud entre quienes reclutan a los obreros de la mies, cuando en realidad, la inquietud la ha sembrado entre el progresismo, que observa preocupado como el Papa conquista a la desheredados sin necesidad de recurrir a los trucos de la ideología, a la astucia política, a la demagogia.
Frente al interesado discurso del halago, de la maña, Francisco habla de la fuerza del amor, no el de novela rosa, sino el otro, el que desgasta, como compañero en el camino de salvación. El progresismo debería de tener en cuenta que si el mensaje del Papa cala en sus bases es porque frente a la promesa de la vida eterna nada puede hacer un plan quinquenal soviético.